Cuando ingresamos la siguiente pregunta en nuestro buscador web de confianza ¿Qué es el storytelling de datos? nos puede arrojar respuestas muy concretas; “Es una técnica que utiliza datos y análisis para contar historias convincentes” y que su importancia radica en “una comunicación efectiva, toma de decisiones informadas, compromiso del público, persuasión y concienciación” o incluso que “transforma los datos en narrativas significativas que informan, persuaden y conectan con el público de manera única y efectiva, ayudando a aprovechar al máximo la información disponible”.
Estas definiciones son completamente ciertas, pero aun así incompletas, por lo que, en este espacio revisaremos más a profundidad la importancia de hacer uso de esta técnica de visualización y lo que debemos tener en cuenta para construir una comunicación asertiva y un mejor entendimiento de nuestra información.
Al referirnos al universo de los datos, nos adentramos en un mundo completamente racional, lleno de cálculos, métricas y códigos, pero que, paradójicamente también tiene espacio para el diseño y la comunicación creativa, lo que puede llevarnos a pensar que estamos divagando e incluso para los más optimistas “filosofando”.
Aunque esto puede parecer así, les aseguro que no lo será. Para comprender la importancia del storytelling, debemos empezar por entender la comunicación visual, tal como lo expresó Josef Müller-Brockmann, reconocido diseñador gráfico: “la base del buen diseño es saber comunicar”. Este principio se aplica de manera fiel a la necesidad de transmitir información precisa a los usuarios finales, quienes tomarán decisiones basadas en ella.
En ocasiones, nos enfrentamos al temido “miedo al lienzo en blanco”, similar a lo que experimentaba el famoso artista Vincent van Gogh, quién según sus propias cartas a su hermano, experimentaba esta sensación cada que iniciaba una nueva obra. Al igual que él y otros artistas, desde el análisis de datos y el desarrollo de informes, también podemos enfrentar situaciones similares. A pesar de haber extraído y limpiado los datos, el trabajo sigue incompleto. Ahora debemos abordar la comunicación de esos datos.
Por lo tanto, cualquier visualización debe empezar por la comprensión de la información, en nuestro caso, de los datos; suena obvio, lo sé, pero el problema suele presentarse cuando se tiene la idea de que el diseñador no entiende los números y el analista no entiende los colores.
Para abordar la necesidad de comunicar datos de manera efectiva, hay tres puntos clave que debemos tener en cuenta: 1) Comprender que debemos comunicar y cuál es el contexto de esa información a comunicar, 2) Organizar la información y 3) Utilizar narración (sin historia o contexto, el análisis no funciona).
El objetivo de la visualización de datos es generar una acción relacionada con el análisis presentado. Para lograrlo, debemos tener presente que los seres humanos poseemos tres tipos de memoria:
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- Memoria icónica: Es la memoria efímera, dura tan solo unos segundos. Un ejemplo de esta es cuando cerramos los ojos y podemos recordar como estaban ordenados algunos gráficos dentro de un tablero de datos, pero no recordamos la información.
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- Memoria a corto plazo: Esta puede durar un poco más que la memoria icónica, se puede incluso llegar a recordar información relevante de algunos gráficos del tablero, por ejemplo, el país con más ventas por tener la barra más alta o por ser la porción más grande del grafico de torta.
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- Memoria a largo plazo: Esta se da cuando logramos recordar el contexto del tablero en general, puede que no recordemos cada uno de los datos, pero entendemos la trama que nos cuenta el informe; y es por eso que juega un papel fundamental en la narración o el storytelling, ya que será la herramienta indicada para darle un contexto general al usuario final, que le permita entender en plenitud el informe y así tomar decisiones de manera más acertada.
Una vez entendido esto, podemos apoyarnos en herramientas de visualización como Power BI, Tableau, QlikView entre muchas otras que ofrece el mercado para desarrollar nuestra historia de datos y crear gráficos que impacten la memoria de los usuarios que los consuman.
A estas alturas sabemos que la visualización de datos a través de la narración desempeña un papel fundamental al proporcionar un contexto general de la información. También nos ayuda a traducir datos complejos en gráficos claros y entendibles para que la información sea mejor digerida y se convierta en acciones concretas que permitan mejorar los diferentes aspectos de la organización.
Ahora solo nos queda sacarle el máximo aprovecho a esta técnica de storytelling para comunicar nuestros datos de forma comprensible y profesional